El
mundo está cada vez más competitivo. Los jóvenes de los países asiáticos no
corren, vuelan adquiriendo conocimientos y habilidades. La globalización es
imparable y no habrá muros que la puedan detener. La calidad y la eficiencia se
introducen en todas partes y la única manera de enfrentarlas es produciendo con
más calidad y eficiencia. ¿Están los jóvenes latinoamericanos preparándose para
enfrentar esta realidad?
La
realidad
Cada vez hay más máquinas haciendo tareas que
hasta hace poco eran realizadas por seres humanos. En las fábricas, los robots,
dotados de inteligencia artificial, realizan cada vez mas trabajos y con mayor
velocidad y eficiencia que los seres humanos. Además, los robots no se cansan,
ni tienen dolores de cabeza, ni exigen derechos, solo trabajan sin parar y sin
quejarse.
Se estima que el 80% de las tareas en la
fabricación de un automóvil son realizadas actualmente por robots.
Dentro de un programa para simplificar la
comunicación de humanos con robots, actualmente en el MIT (Massachusetts
Institute of Technology) (Instituto Tecnológco de Massachusetts) ya están
logrando que las personas se comuniquen con los robots por telepatía,
utilizando las ondas cerebrales obtenidas mediante un encefalógrafo. De esta
forma, la comunicación de las personas para darles órdenes e instrucciones a
los robots, será tan amigable que ya no serán necesarios programadores para
esas funciones.
Con computadoras cada vez más rápidas y con
softwares cada vez más especializados en las distintas disciplínas, un operador
puede reemplazar a varios operadores que antes realizaban tareas solo dotados
de papel y lápiz.
Las tareas de supervisión en la agricultura,
ganadería, grandes obras en campo abierto, que hasta hace poco eran realizadas
por capataces que, pegados al asiento de una camioneta, recorrían de manera
intensiva las instalaciones, están siendo reemplazados por la información que
suministran satélites y drones.
Hoy se discute la necesidad de que los
profesores transmitan información teórica a sus alumnos, con la idea
de que esta acción se realice a través de internet, desde servidores que
dispongan de esa información, reservando la función de los profesores a las
actividades prácticas únicamente.
Estamos en medio de una revolución diferente a la
revolucilon industrial del siglo 19, que consistía en reemplazar la fuerza
realizada por seres vivos, como personas, caballos y bueyes, por la fuerza de las máquinas. Hoy en día se tiende a reemplazan
todas las tareas, incluyendo a las más delicadas, por máquinas que las hacen
con mayor confiabilidad y rapidez.
Algo de
historia
El reemplazo del hombre por la máquina es algo
que algunos visionarios ya veían venir en la década de 1960 y algunos de
nosotros asistíamos a sus conferencias sobre cibernética algo incrédulos y
desconfiados de sus advertencias. Algunos optimistas intentaban contradecirlos,
expresando ideas tranquilizadoras, como que las máquinas solo harían que los
seres humanos realizáramos tareas más dignas, ya que el trabajo indeseable
quedaría a cargo de las máquinas, mejorando la situación. En esa época todavía
usábamos computadoras analógicas, de las cuales la hermana menor era la regla
de cálculo, que nos permitía hacer los cálculos de manera aproximada con gran
esfuerzo. Las computadoras digitales eran una curiosidad y cada una de ellas ocupaba
una habitación.
A fines de la década de 1970, trabajando en un
laboratorio de AEG - Telefunken en Brasil, recibí la orden de dirigirme a la
línea de producción en serie de los transceptores de VHF a colaborar con el
robot que realizaba el test de los equipos terminados, que consistía en
medirles todas las especificaciones, tales como sensibilidad, selectividad,
etc. Cuando un equipo no cumplía con las especificaciones, el robot simplemente
lo rechazaba. En este caso, el robot había rechazado todo el lote de los
equipos y yo debía encontrar la causa. Mediante mediciones convencionales,
encontré que la causa eran varios capacitores defectuosos en la etapa del
amplificador de radiofrecuencia. A medida que los fui reemplazando, debí pasar
nuevamente los equipos por la computadora, para que los fuera aprobando. Ese
día sentí la sensación de que la computadora, no solo reemplazaba el trabajo de
los técnicos de línea, que antes medían los equipos, sino que también era mi
jefa!
Recién en la década de 1980 las computadoras
digitales dejaron de ser máquinas aritmética aisladas, para comenzar a
comunicarse entre sí, mediante la transmisión de paquetes de datos. Los canales
de comunicación eran ruidosos y constituían un obstáculo más a vencer en la
transmisión de datos. En la década de 1990 pasamos de los esquemas
centralizados de grandes máquinas como el AS-400, que alimentaba cantidades
enormes de terminales bobos, que funcionaban usando la inteligencia de la máquina
central, a las LAN y WAN que consistían en computadoras personales (PC)
interconectadas entre sí, con inteligencia propia y usando servidores que
colaboraban con las redes en temas específicos.
Pero a medida que la tecnología iba avanzando,
también avanzaban las velocidades de los datos transmitidos (bits/seg), el
ancho de banda (Hz) y la complejidad y el precio de los equipamientos
utilizados. Entonces la transmisión de datos, que realizábamos mediante cables
telefónicos y modems con equipos de radio monocanales y multicanales analógicos,
ya no podían ser vendidos e instalados por los técnicos independientes y el
servicio quedaba cada vez más en manos de las multinacionales. Nuestro trabajo
quedó obsoleto y tuvimos que reinventar nuestra función. Comenzamos a instalar
radios digitales que transmitieran tramas E1 (2Mbits/seg), con modulantes PCM (Pulse Code Modulation),
en frecuencias de 23GHz dentro de las ciudades y algo más bajas para distancias
algo mayores. Ahora en el mismo haz de radiofrecuencia transmitíamos una trama
E1 para voz (30 canales telefónicos) y otra para datos. Antes, los mono y
multicanales, y los cables telefónicos, eran fabricados en Argentina, pero
ahora los radios digitales era necesario importarlos. Las telefónicas,
privatizadas en Argentina, competían con nosotros, los independientes,
ofreciendo el mismo servicio por fibra óptica o radiofrecuencia, pero con el
pago de un monto considerable para la instalación, más un abono mensual por el
servicio. Como sus precios eran altos, pudimos competir con ellas, que tenían a
su favor el respaldo que les daba su nombre y muchos usuarios no tuvieron el
coraje suficiente para prescindir de ellas.
Tuvimos
que aprender sin internet, porque todavía no estaba suficientemente desarrollado,
muchos protocolos como el X25, los nuevos cableados para las redes de datos,
primero con coaxiles y luego con UTP. Eran los libros, revistas, folletos y
conferencias, nuestras fuentes de información. A nuestro favor solo estaban la
necesidad de seguir dentro del mercado y nuestra voluntad por aprender.
A
medida que internet se fue haciendo más accesible, devorábamos la información
que nos ofrecía, por supuesto en inglés si queríamos leer algo de calidad. Hoy
en día también es necesario buscar textos en inglés y en lo posible originados
en EEUU, si queremos encontrar información de calidad.
Los jóvenes del siglo XXI
Los jóvenes del siglo XXI, tienen a disposición
varias puertas por donde acceder a situaciones futuras que les permitirán vivir
dentro del mundo y no fuera de él. Las llaves de todas esas puertas son el
conocimiento y habilidades que adquieran.
Muchos profesores, de varios países
latinoamericanos, se quejan de que los alumnos del secundario van a clase a
perder el tiempo, sin el menor interés por aprender y que les faltan el
respeto. También algunos se quejan de que reciben órdenes, o presiones para
aprobar a sus alumnos aunque no sepan.
Recientemente, en una Universidad argentina se
comprobó que muchas tesis de los alumnos universitarios fueron compradas a
“especialistas” en fabricarlas a pedido.
En las escuelas primarias y secundarias de
Argentina, muchos docentes son agredidos por los padres de los alumnos, cuando
sus hijos son aplazados o amonestados.
En Argentina existe una disconformidad permanente
de los maestros y profesores sobre el salario que reciben.
Por su parte, muchos alumnos se quejan de que sus
profesores no les suministran una enseñanza acorde con lo que necesitan
aprender en el siglo XXI.
Es probable que se esté produciendo también una
realimentación de fallas. Muchos docentes podrían no estarse sintiendo
incentivados a mejorar sus clases, debido al desinterés de los alumnos por
aprender. Por otra parte, el desinterés de los alumnos se podría producir, al
menos en parte, por la falta de habilidad y conocimiento de los profesores para
entusiasmarlos y enseñarles.
Algunos análisis sobre los malos resultados en el
aprendizaje de nuestros jóvenes centran el problema en diferencias económicas,
entre distintas clases sociales.
En las Pruebas Pisa (Programme for International Student
Assessment) (Programa para la Evaluación Internacional
de Estudiantes), que se realiza a los jóvenes de 15 años, los países de América
Latina están ubicados en las peores
posiciones.
Es
probable que todo lo dicho hasta ahora influya sobre los pobres resultados de
nuestros jóvenes, pero hay más causas probables: 1) El nivel cultural medio del
ambiente familiar ha ido drásticamente en descenso en los últimos años,
influyendo en los niños desde temprana edad; 2) El nivel cultural de las
poblaciones es actualmente muy bajo, incentivado por programas masivos de TV,
por ejemplo, donde se transmite incultura a manos llenas; 3) Hace algunas
décadas, se aconsejaba a los jóvenes leer los diarios, a fin de informarse sobre
los distintos temas y mejorar su cultura general. Hoy en día, con el bajo nivel
de conocimiento del periodismo en América Latina, constituyen una verdadera
fuente de confusión y desinformación; 4) El pésimo mal ejemplo que dan los
gobernantes, que muestran errores de concepto y hasta de expresión en su propio
idioma.
BBC
Mundo invitó a una de las autoridades mundiales en educación, el chileno José
Joaquín Brunner, a compartir su visión con los lectores, respecto a como
mejorar la educación en América Latina y obtener mejores resultados en las
pruebas PISA y esta fue una de las frases que expresó:
“En primer
lugar, es posible mejorar resultados del aprendizaje, pero para lograrlo se
requiere un esfuerzo concertado de la nación: del gobierno y los colegios, de
las familias y autoridades locales, de los empresarios y universidades, de la
sociedad civil y organizaciones no gubernamentales y, prioritariamente, de los
docentes y sus alumnos. Se requieren políticas de
largo plazo, estables, coherentes y dotadas de suficientes recursos.”
Conclusión
Creo que hasta que todo esto se concrete, lo más práctico será explicar
a los mayores interesados la realidad, o sea a los jóvenes, que no hay
tiempo que perder en cuanto a la adquisición de conocimientos y
habilidades. Ellos podrán compensar, con voluntad y sacrificio, todas las
falencias que puedan existir en el sistema y en los maestros y profesores. De
esa manera podrán llegar a tener chances de equilibrar a la competencia que
tendrán que enfrentar, proveniente de los países asiáticos.
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